Contacto por Cesc en el Circuit

Todo el mundo quiere que Cesc Fàbregas acabe jugando en el primer equipo del Barça las próximas temporadas. La junta directiva que encabezaba Joan Laporta, la que lidera el presidente Sandro Rosell desde esta misma semana, la afición del Barça y toda su familia y entorno de amigos cercanos.

Es por ello que desde el Camp Nou y Barcelona se envían constantemente mensajes muy directos al Arsenal, su actual club, para que este permita a su centrocampista agilizar las negocaciones con el club azulgrana que le pretende desde hace tiempo. Pero, de momento, no se sucede el movimiento de fichas que muchos desearían. Los días pasan y cada vez falta menos para que empiece la pretemporada.

El Arsenal se mantiene en sus trece de no vender, es por ello por lo que pide mucho dinero, y el jugador aguarda concentrado en la lejana Sudáfrica, pendiente de la complicada semifinal de pasado mañana contra Alemania y de que la directiva ‘gunner’ recapacite y le deje negociar abiertamente lo que es un secreto a voces. Está claro que una parte de su mente piensa en blaugrana por todo lo que supondría para su carrera deportiva regresar al Camp Nou para ponerse a las órdenes de Pep Guardiola.

Ayer por la mañana, en el Circuit de Catalunya, se envió otro de esos globos sonda para que el Arsenal detecte que el entorno de Cesc Fàbregas está por la labor de hacerle regresar a casa. Su madre Núria y sus dos hermanas, Carla y Carlota, accedieron a posar con el presidente Sandro Rosell y Marta Pineda, su mujer, en uno de los palcos que hay en la instalación en la que se celebraba el GP de Catalunya de MotoGP 2010.

Fue un encuentro ameno, distendido, alegre, simpático que destiló buen rollo. Sin ningún problema, el entorno más cercano e inseparable de Cesc Fàbregas demostró que la relación con el nuevo presidente es excelente y abierta lo que denota que las cosas pueden ir por buen camino si el Arsenal no se cierra en banda y evita que se vista de azulgrana en un futuro.

Es evidente que si hoy le dicen a Núria que su primogénito vuelve a casa para jugar en el primer equipo de la entidad en la que creció junto a los Carles Puyol, Xavi Hernández, Víctor Valdés y Andrés Iniesta le darían una grandísima alegría.
Lo mismo que a sus dos hermanas que saben que si quieren verlo tienen que desplazarse constantemente a Londres para ver los partidos que disputa en el Emirates Stadium.

Pese a las intenciones los días pasan sin que haya cambios de consideración. El presidente del Barça declinó hacer declaraciones durante su visita al GP de Catalunya y cedió el testigo a Manel Arroyo, miembro de su junta directiva que trabaja en Dorna y que transmitió el pensamiento del club en lo que atañe a este fichaje. Sin novedades al respecto, mantuvo el discurso que Sandro Rosell viene expandiendo en las últimas jornadas.

“Con Cesc Fàbregas tenemos claro que no hay que perder la cabeza. ¿Quién no querría tener a este gran jugador en su equipo? Hay que hacer las cosas con coherencia y pagar lo que vale, pero pensamos que si por alguna razón se escapa el precio que creemos es el más idóneo a lo mejor no podrá ser”, dijo Manel Arroyo sobre el pretendido fichaje de Cesc que se mantiene estancado a la espera de unas novedades que no llegan.

El Arsenal, en sus trece
En Inglaterra, sin embargo, se sigue asegurando que el Arsenal no traspasará a su capitán salvo que el FC Barcelona ponga 60 millones de euros sobre la mesa. Una cifra del todo desorbitada que el club catalán no piensa desembolsar por mucha debilidad que sienta por el internacional. Además, el técnico del equipo de la Premier, Arséne Wenger, ya ha dejado claro a su directiva que se olviden; que no piensa dejar escapar a uno de los jugadores más desequilibrantes de su plantilla. Wenger sabe que sin Cesc su equipo sería más débil y el Barça, gigante.