El Barça suele reclutar a sus arietes en el Mundial

Un Mundial es el mejor escaparate para las grandes estrellas. La expectación que se genera en torno a ellas las pone a prueba y sirve para comprobar cómo responden al máximo nivel y, también, para que su cotización se estanque o se dispare en función del rendimiento de su selección.

Esta vez, el Barça ha reclutado a su nuevo delantero antes de arrancar la cita de Sudáfrica, entre otras razones porque David Villa, que puede convertirse en el primer futbolistas español que obtiene la Bota de Oro en un Mundial, es un valor seguro como ha demostrado en las últimas campañas en el Valencia.

En otras ocasiones, la entidad blaugrana sí utilizó la Copa del Mundo para cerrar un fichaje de campanillas, como sucedió con el delantero Hansi Krankl en Argentina’78. Krankl fue una de las sensaciones de la competición consiguiendo cuatro dianas como delantero centro de Austria, aunque sería Mario Alberto Kempes el Bota de Oro con 6 tantos. Josep Lluís Núñez lo convirtió en su primer fichaje estelar poco después de ganar las elecciones a la presidencia del club.

Hay otros delanteros azulgrana que sí que han conseguido proclamarse como los máximos artilleros de una Copa del Mundo. Por ejemplo, el inglés Gary Lineker llegó al Barça en el verano de 1986 tras convertirse en el ‘pichichi’ de la fase final disputada en México con seis goles.

Son los mismos tantos que logró Hristo Stoichkov en Estados Unidos’94. El explosivo delantero, que siempre lucía el número 8, lideró a Bulgaria hasta su mejor clasificación histórica, cuarta.

En el caso de Villa, con los cinco goles que suma en estos momentos ya se habría convertido en el máximo goleador de la anterior edición pues el que ahora es su máximo rival, se adjudicó la Bota de Oro en Alemania’06 con cinco dianas. Sólo en otras dos Copas del Mundo se lograron unos registros tan bajos. El checoslovaco Nejedly en Italia’34 y en Chile’62, cuando Jerkovic, Sánchez, Ivanov, Albert, Garrincha y Vavá compartieron el galardón.

No parece que vayan a ser mucho más altas las estadísticas en Sudáfrica 2010, y aún más complicado parece que Villa, Klose o Sneijder puedan llegar a las cifras récord del francés Just Fontaine en Suecia’58, cuando consiguió la estratosférica cifra de trece dianas.