Argentina: ¿Ataque imparable?

No hay ningún equipo o selección en el planeta con tanto remate, ambición y sorpresa como la albiceleste. Tévez e Higuaín tienen el don de detectar el mejor desmarque para cada situación, alta velocidad mental y de ejecución tanto en el control como en el remate, precisión técnica en la maniobra y agresividad en la definición. Además, presionan la salida rival con más instinto que método, pero con mucha picardía. Tras ellos, esperan su oportunidad Agüero, Milito y Palermo. Todos diferentes, pero con el gol como amigo íntimo.Y para alimentarlos, asociarse y encontrar complicidad, la versión más altruista de Messi. Todavía no ha marcado, pero Argentina no lo necesita tanto cerca de la portería rival, donde él es único, sino como conector del potencial ofensivo con el resto del equipo. Si no lo hace él, capaz de hacerlo todo, no lo puede hacer nadie. En cambio, si no marca él, lo pueden hacer muchos. Mascherano es el guardaespaldas de una defensa que necesita un cuerpo de seguridad, Maxi Rodríguez y Di María deben olvidar su profundidad y llegada para llenar el mediocampo y activar a Messi. El blaugrana llega cansado a la zona de gol porque arranca desde muy atrás, lo que le llena el horizonte de metros y rivales, pero su capacidad para desequilibrar hace felices a los delanteros que aprovechan sus pases o los rebotes de sus chuts.