Lo que preocupa a Contador

Alberto Contador partió ayer a la conquista de su tercer Tour casi en el anonimato. Sólo un fotógrafo y un periodista estuvieron en Barajas para despedir, camino de su gran reto, al que ha sido elegido mejor ciclista mundial en los tres últimos años.

El campeón de Pinto, todavía con pequeñas secuelas de un constipado, partió "tranquilo" hacia Rotterdam. "He podido hacer bien mi preparación, creo que voy a llegar en un gran nivel. La intención es volver a ganar, pero no es fácil. Hay muchos factores y no todos son controlables". El menos previsible de todos son los accidentes. "Lo que más me inquieta son las caídas y, en general, la primera semana. Etapas nerviosas, de rotondas, de viento, en las que puede ocurrir cualquier cosa".

Esa primera semana reserva también una etapa con pavés. "Va ser una etapa muy espectacular para el público. Lo que sí me preocupa es que hay más riesgo de caídas, y si te toca puede irse al traste toda la preparación del Tour, que es larga y sufrida. Espero que no llueva ese día, porque con el piso mojado sería aún más peligrosa".

Sus compañeros, que salieron el martes, estuvieron ayer revisando la etapa del pavés, que ya vio Alberto en abril. Entre ellos no estará Pereiro. "Óscar ha trabajado bien, pero también los demás y todos no pueden ir. Es una pena no poder contar con su experiencia".
Armstrong y los Schleck

La noticia de que los hermanos Schleck se marchan a un nuevo equipo luxemburgués y que Cancellara podría fichar por el BMC si Riis no encuentra nuevo patrocinador, pueden hacer perder la estabilidad al Saxo Bank. "Es una buena movida. Y les puede distraer. Pero tanto Riis como los hermanos Schleck son muy profesionales y creo que sabrán centrarse", dice Contador, quien, en contra de lo que muchos temen, no cree que si Armstrong no puede ganar, intente que tampoco lo haga él. "Esta pregunta la tendría que responder Lance. Pero yo creo que su objetivo es vencer y, si no puede, ayudar a Leipheimer o Klöden a conseguirlo".