El fichaje de Mata, más difícil

El mercado de fichajes se estremeció ayer con el segundo movimiento más importante del verano y volvió a tener al Valencia como protagonista vendedor. Después de traspasar a David Villa al FC Barcelona por 40 millones de euros, la entidad valencianista envió en la tarde de ayer a David Silva al Manchester City por unos 30 millones de euros. Además, también ha traspasado al serbio Nikola Zigic al Birmingham por siete millones. El club che necesitaba hacer caja cuanto antes para tapar los múltiples agujeros de su caja y equilibrar una economía que lleva ya varias temporadas al borde de la quiebra.
En total, el Valencia recibirá unos 77 millones de euros y hasta la fecha tan sólo ha pagado 10 millones al Getafe por el fichaje de Roberto Soldado, puesto que sus otras tres incorporaciones han llegado con la carta de libertad (el galo Sofiane Feghouli, el turco Mehmet Topal y el mundialista portugués Ricardo Costa).

Con el adiós de Silva, el Valencia ha dado ya por concluido el capítulo de salidas y cerrará herméticamente la puerta a Mata, uno de los principales objetivos del Barça para reforzar el costado izquierdo del ataque. Lejos de ello, el club que preside Manuel Llorente pretende el fichaje del argentino Tino Costa (Montpellier), tasado en algo menos de nueve millones, así como otro delantero que haga competencia a Soldado y al ‘Chori’ Domínguez.

Por tanto y pese a que el club prometió a su entorno que no frenaría su progresión y aceptaría una oferta en torno a los 20 millones, todo apunta a que el internacional Juan Mata deberá permanecer al menos una temporada más en el Valencia. Su contrato no expira hasta junio de 2014 y tiene una cláusula de 60 millones. Por tanto, si el Valencia no quiere, Mata no se irá.